La Química Orgánica es la
parte de la Química que estudia los compuestos del carbono. No obstante hay
compuestos de carbono que no son orgánicos. Entre estos están el CO2,
el CO, el ácido carbónico, los carbonatos y los hidrógeno carbonatos que son
compuestos inorgánicos.
El sector químico es, hoy en día, el de mayor valor añadido en Europa, el
que mayores recursos destina a la protección medioambiental y el que más invierte
en Investigación, Desarrollo e Innovación (aproximadamente el 4% de sus ventas
brutas). Del total de producción de la Industria Química más del 85%
corresponde a la Industria Química Orgánica.
En España el sector químico genera el 10% del PIB, lo que significa un
valor de producción cercano a los 32.000 millones de euros anuales, y más de
500.000 empleos. El sector químico es el segundo mayor exportador y su
crecimiento actual duplica al de la economía española.
La industria química es, sin duda alguna, el sector que más ha contribuido
a mejorar los niveles de calidad de vida del ser humano. Sin la Química y la
industria que la desarrolla la esperanza de vida no superaría los 40 años, y no
existirían ni medicamentos, ni agua potable, ni alimentos suficientes para la
población mundial.
La Química en general y la Química Orgánica, en particular, influyen
notablemente en la economía de todos los países, desarrollados o no, dado que
los compuestos orgánicos están presentes en las necesidades básicas de los
mismos, tales como la alimentación, vestido, alojamiento, medios de transporte,
obtención de energía, y en los servicios de salud y seguridad entre otros. Ello
ha motivado la aparición de una Industria Química Orgánica cada vez más
potente, que debido a su naturaleza y a su dependencia con otras industrias
contribuye enormemente en la productividad. Así, por ejemplo, los alimentos son
compuestos orgánicos y el procesado, conservación y envasado dependen de
procesos químicos. La ropa está hecha de fibras orgánicas sintéticas teñidas
con colorantes orgánicas, el calzado requiere adhesivos que son polímeros de
naturaleza orgánica.
Las grasas están constituidas por ácidos orgánicos de
largas cadenas que contiene de 4 a 22 átomos de carbono en su molécula,
combinados en forma de esteres con la glicerina. En las substancias grasas
naturales no se encuentran mas que ácidos grasos con un numero par de átomos de
carbono. Los principales ácidos encontrados en las substancias grasas son los
ácidos butirico, palmitico, estearico, oleico y linoleico.
La alimentación consume la mayor parte de las sustancias
grasas, pero la fabricación de los jabones y detergentes, así como la de las
pinturas, absorben también grandes cantidades; las grasas constituyen, además, la
única fuente importante de glicerina, necesaria para la fabricación de materias
plásticas y explosivos; finalmente, las sustancias grasas se utilizan en la
fabricación de velas y en la preparación de pomadas farmacéuticas y productos
de belleza.
Se utilizan tres procedimientos para extraer las
sustancias grasas de los tejidos vegetales o animales que las contienen. Puede
hacerce por simple fusión, en seco o en presencia de agua: el calor hace
estallar las células y el aceite o la grasa fundida se separa de las impurezas
por su distinta densidad. Este procedimiento de fusión es él mas empleado en
sustancias grasas de origen animal (exceptuando las mantecas). Las grasas y
aceites vegetales suelen obtenerse por presión, en frío si se trata de un
aceite, y en caliente en el caso de una grasa. La presión hace explotar las
células y la sustancia grasa se derrama.